Record de sarrio pirenaico hembra

El pasado sábado, 16 de Diciembre, fué un día muy especial para nosotros. Cualquier especialista en la caza de sarrios sabe lo difícil que es que se cruce delante de él un gran trofeo. Algunos de nosotros podremos ver, a lo largo de toda una vida dedicada a este animal, miles de «isards», y de entre ellos solo algunos, muy pocos,  serán un gran trofeo, uno de esos machos que supera los míticos 100 puntos.

Sarrio macho, de 100 puntos, que abatimos el pasado Enero en la misma roca, y que muy probablemente es hijo o hermano de nuestra cabra.

Estamos también de acuerdo, los cazadores de rebecos, en que si ya es difícil cobrar un gran trofeo macho, mucho más aún es encontrar una gran y vieja hembra. Por muchos factores: porque generalmente se enboscan al final de su vida, porque se vuelven solitarias, por la inteligencia de muchos años guiando la cabrada… Un gran trofeo de hembra, al igual que el de macho, se hace en sus primeros 5 años de vida, y como puede ser fértil hasta pasados los 15 años, generalmente va seguida de cabrito, siendo moralmente reprobable su abate. A partir de esa edad, aparte de la dificultad de cazarla por lo comentado anteriormente, su trofeo puede estar roto, su largo nos puede engañar ya que generalmente son muy finas y dan menos puntos de lo que aparentan, y además casi todo cazador prefiere tirar un macho antes que pagar el mismo precio por una hembra. Craso error.

Cuando Agustín, nuestro cliente, localizó por si mismo esta hembra y la puse en el catalejo,  me di cuenta enseguida de que estábamos ante un animal excepcional… su cara blanca de vieja, su cuerna perfecta, sin roturas, altísima y abierta. No la habíamos visto nunca en la zona. Dormitaba en una roca, buscando el primer sol de la mañana de un día helado.

La rebeca, en el momento de localizarla

Eramos dos guías y el cazador, y teníamos delante de nosotros una entrada de más de 500 metros bosque a través, antes de alcanzar una roca desde la que -suponíamos- pondríamos la cabra  a tiro. Aitor, uno de los  guías de Aventure Bóreale, había realizado el mismo rececho el año pasado, así que  conocía el terreno mejor que yo  y seguro realizaría la entrada con mucha más seguridad. Me quedé atrás, con un walkie, desde el cual podría indicarles si la cabra se movía o simplemente, desaparecía en el bosque.

Y desde este momento, hasta la culminación del lance, pocas palabras más…

YO: «Aitor, me copias cambio?»

AITOR: «Dime»

YO: «se ha levantado… no tardes»

AITOR: «hemos subido demasiado, debemos bajar  otra vez y pasar planos»

YO: «Ok,… apresúrate, no es para ponerte presión, pero es un pepino»

AITOR: «Ok»

YO: «Aitor, me copias? Se ha vuelto a echar, no te precipites»

Tras cinco minutos de espera, infernales, sin noticias…

AITOR: «la vamos a tirar, corto y cierro»

Tras cinco minutos más oigo el disparo y veo en el catalejo a la hembra que se desploma, sin vida. Cojo mi  mochila y recorro los 700 metros que me separan de Agustín y Aitor sin aliento…

AITOR: «la tengo delante, no sabes la que hemos liado, es increíble»

Al llegar no doy crédito. Es uno de los trofeos más impresionantes que he visto y  veré en  mi vida. El cazador empieza a hacerse una idea de lo que ha logrado… Una vez precintada, la cambiamos de lugar para sacarle unas fotos que le hagan justicia, y donde aparezca el Canigou de fondo, en agradecimiento a este regalo que nos ha concedido.

La hembra, en medición provisional, tiene 6,9 cms de grosor, 20,5 cms de altura, 26 cms de largo total, 13,5 cms de separación de cuerna y 19 años de edad, por lo que supera sobradamente los 103 puntos CIC. Para hacernos una idea, el récord actual de España es de 99,95 puntos, y el de Francia 104,8. Habrá que esperar a su homologación oficial, y saber si estamos ante el nuevo record del mundo o queda en segunda posición.

En todo caso, esto es totalmente secundario. La belleza del animal, el rececho milimétrico de Aitor y Agustín, y el recuerdo de la vieja hembra delante nuestro quedarán para siempre en nuestras memorias. Estadísticamente, no volveremos a ver nunca nada semejante, aunque no perderemos nunca la esperanza de que el Canigou nos vuelva a ofrecer otro de sus viejos tesoros…. Os dejo con la protagonista,  para admiración de su belleza:

 

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